angloperuano1990

El miércoles 13 de junio de 2007 nuestro colegio cumplió 90 años. Para celebrar la fecha, la administración del claustro no tuvo mejor idea que organizar una cena para ese día, a las 8pm, en el Colegio. El costo sería de S/.60 soles que incluía un aporte de US$ 5 dólares para el fondo de celebración del Centenario. Esto última a propuesto de algunos Old Boys.

Avisamos a los compañeros de siempre para estimar cuantos iríamos y ver si era posible reservar una mesa. Surgieron las primeras dudas… ¿dónde sería la cena?, ¿en el gimnasio?, ¿en el salón de actos?, ¿nos dejarían llevar trago?; preguntas de lo más insulsas e ingenuas que tenían como único objetivo recordarnos que el colegio, con los años que tiene, aún mantiene la misma infraestructura básica de hace 30 años, además de recapitular las veces que nos tomamos un trago en clase. Recordamos que lo encaletábamos en la cantimplora de Fabián o en los famosos superenvases de Chocopresto que usaban los Moratillo para llevar sus refrescos; y también recordamos que nuestros combinados de Ron con Tang no sabían precisamente a gloria, a pesar de que eran preparados, en ocasiones, en clase de química y por los más diestros en la materia, quienes ofrecían su ayuda de manera desinteresada en mérito único a su espíritu solidario y altruista; eso sí, siempre desde el anonimato y a espaldas, por supuesto, de nuestros recordados profesores que ni cuenta se daban, o ¿es que se hacían de la vista gorda?, como sea, salud por ellos!!!.

A pesar del debate y las anécdotas traídas a memoria, fuimos pocos los que asistimos: Jaime, Carlos, Paco, Daniel (el chileno), Bruno y Mauricio representando a la Sección “A”; Reynaldo, Percy y Omar (más conocido como Matute) representando a la Sección “B”; y Miguelito representando a la plana docente de aquellos años. En esta oportunidad, nuestro recordado profesor de química fue el encargado de preparar los tragos, aunque sólo se tratara de ponerle más hielo al Whisky… es que ya no estamos para rones con Coca Cola *)

La Cena Asamblea resultó muy agradable. Algunos de nosotros casi habíamos olvidado el ritual que seguimos todas las mañanas de nuestros once años de vida escolar, ese que empezaba con:

-Good morning, boys.
-Good morning, sir.
-Sit down

Pero igual, respondimos de manera automática al saludo y tomamos asiento como canes amaestrados; no hay nada que hacer, esos once años nos condicionaron.

De los platos servidos no hay mucho que decir, sólo recomendarle a los organizadores que seleccionen mejor a sus proveedores para la celebración del Centenario, pues en términos culinarios, la cena dejó mucho que desear.

Otro asunto que preocupó fue el de las mesas, hubo promociones que simplemente no tuvieron un lugar donde sentarse, como los muchachos de la promoción 1989 a quienes se les improvisó un mesón en el patio, fuera del Salón de Actos. Por nuestra parte, ubicamos nuestra mesa en el extremo inferior izquierdo del Salón de Actos, lo más alejada posible del estrado -la fuerza de la costumbre-, y la compartimos con gente de la promoción 1987, todos rostros familiares para nosotros.

La ceremonia tuvo momentos emotivos, como cuando pasaron saludos en video de profesores como Mr. Fraser, Miss Brand y Miss Mackenzie. Escuchar y reconocer sus voces después de tantos años fue algo memorable, aún cuando lo primero que me hizo recordar la voz de Fraser fue aquella vez, cuando en sexto de primaria el Camote me dijo, con sus erres arrastradas, que estaba suspendido… y todo por tomar sin permiso una cocada del Carreta… benemérito heladero del colegio. Al final me anularon la suspensión porque nunca le quite nada al Carre, pues la cocada era fiada, pero como le dije al chino Teruya (¿qué será de su vida?) que la había tomado velozmente sin que Carre se diera cuenta y no le quise invitar ni una pizca, el muy acusete me tiró dedo con Fraser quien me abordó casi de inmediato con el ceño fruncido, el rostro morado, y la consabida plétora de erres entre labios que quedó grabada desde entonces en mi memoria.

Que más puedo decirles de la reunión, se cantó el himno del Colegio en más de una ocasión haciendo eco a las promociones más entusiastas que lo cantaban de manera espontánea y porque si.

No recuerdo a qué hora dejamos el colegio, sólo que llegamos a casa de Paco con un Chivas y un vino menos en nuestro haber, y que allá nos topamos con dos cajas del líquido elemento que compartimos con alguna gente de la promoción 1989 que también aterrizó por esos lares con Guillermo, hermano de Paco y de esa promoción. Yo me fui a las 12:20am con Mauricio, y por lo que sé, la celebración se prolongó por varias horas más... después de todo, la trascendencia del hecho histórico celebrado justificaba toda acción... al menos, eso dijeron.

Arriba les dejo algunas fotos de la reunión, incluida una fotografía inédita de Paco en Lima Limón.